sábado, 7 de enero de 2012

que, o yo, o nadie.

Camino a paso firme, con la cabeza bien alta, con la mirada al frente. Por dentro quizás esté deshecha pero por fuera no voy a permitir que eso se refleje. Quizás tenga los ánimos por los suelos, pero lo soluciono con unos tacones de 10 centímetros. El día es gris, pero llevo gafas de sol. No me apetece, pero sonrío. Quizás lo ame locamente, pero disimulo diciendo que quizás lo odie. Prefiero quedarme en casa, pero salgo a comerme el mundo. Porque al fin y al cabo, si yo no lo hago, nadie lo hará por mi.

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