viernes, 16 de diciembre de 2011

Puede.

Son cosas sencillas, pero que pueden resultar difíciles de entender si no se explican.
Puede que te eche de menos,
que eche de menos esas conversaciones,
puede que también eche de menos tus carcajadas,
por lo tanto, echo de menos nuestras tonterías,
nuestras bromas,
nuestras conversaciones por teléfono,
cuando yo te contaba mis cosas y tu me escuchabas,
puede que las eche de menos.
Pero lo que si que sé, es que cuanto menos caso te eche, mas pronto te vas a dar cuenta que me echas de menos, que echas de menos nuestras conversaciones, nuestras carcajadas, nuestras tonterías, nuestras bromas, nuestras conversaciones los viernes por la tarde noche por teléfono, echaras de menos mis cotilleos, mis cosas importantes, me echaras de menos tarde o temprano.
Pero ten en cuenta que el tiempo no se puede parar al gusto, el tiempo pasa, y con ella se va la espera. La espera que hace que puedas expresar lo que sientes. Y por una regla de tres, si el tiempo pasa, se va la espera y si  yo estoy esperando, algún día me cansaré y me olvidaré de ti.
Si para entonces es muy tarde, te joderás. Si me lo dices ahora te joderás también, porque para eso, yo me estoy jodiendo aquí como una completa imbécil pensando en que sería de tu y yo, de nosotros.

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